¿Por qué?. Porque se le ha roto el corazón.

Basado en un cuento de Oscar Wilde


Érase una vez, en un palacio enorme y lejano, una princesa que cumplía 13 años. En su fiesta de cumpleaños se celebró un gran banquete. Había músicos, payasos, magos y un enano saltimbanqui bizco, rechoncho y feo que era, en realidad, el único capaz de hacerla reír.

-Sigue bailando para mí- Dijo la princesa, pero el enano ya estaba exhausto de dar volteretas y saltos, así que paró un rato para descansar. La princesa se entristeció y se marchó a sus aposentos.

El enano recorrió el palacio en busca de la habitación de la princesa. Pensaba que no era feliz allí y quería decirle que se fuera a vivir con el al bosque, que siempre la haría reír y pasarían felices el resto de sus vidas.

Cuando al pasar delante de una sala, vio frente a él lo más horrendo que había visto jamás: Un ser de ojos grandes inyectados en sangre, con colmillos y garras. De pies grandes y peludos. Cual fue su sorpresa y horror cuando descubrió que era el mismo reflejado en un espejo.

Un soldado de la corte lo encontró tirado en el suelo e hizo llamar a la princesa y al médico de palacio.

Cuando la princesa llegó -¡Vamos! Levántate. Quiero que me hagas reír- Le dijo.

El médico se agachó, le tomo el pulso. –Princesa, ya nunca podrá haceros reír-Dijo este.

-¿Por qué?- Preguntó la princesa.

-Por qué se le ha roto el corazón-.

Entonces la princesa respondió: -Desde hoy, ordeno que todos los que lleguen a palacio, no tengan corazón-.


Y colorín, colorado...
se nos están acabando las cerillas*

-Fragmento sacado de TESIS de Alejandro Amenabar

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