La Cambie por mi soledad...
En muchas ocasiones quise ponerle final a nuestra relación: teníamos problemas y creo que yo siempre me rendía fácil. Llegamos a límites insospechados, de esos que ya no se pueden soportar, pero aún así lo seguíamos intentando. Pasó el tiempo y con él, seis años se fueron por la ventana, seis años llenos de rupturas y nuevos comienzos, de promesas que iban y venían, de palabras que quedaban en el aire. El tiempo siguió pasando e inevitablemente mis sentimientos comenzaron a cambiar.Alguna vez habías sido el amor de mi vida, la persona con la que pretendía compartirlo todo, La mujer con la que pensé que tendría hijos, pero de pronto, ya no eras nada de eso, ya no lograba sentirte como nada de eso. Nos amamos hasta que ya no pudimos más. Estuve contigo, a tu lado, soporté cosas que no debería haber soportado, me perdonaste cosas de las que prefiero no acordarme. En algún momento cambiamos, pero creo que nos dimos cuenta demasiado tarde. El problema es que yo ya no era el mismo y tú ya no eras la misma.Era una persona maravillosa, humana, con sentimientos hermosos pero ya no encajábamos. Los errores y los fracasos habían sido muchos y esa idea que alguna vez había tenido de amarla hasta la eternidad ya no existía. Hubo un momento de nuestras vidas en el que fuimos una sola persona pero pronto se abrió una brecha imposible de eliminar entre nosotros. Fue a través de ella que se escaparon todos nuestros sueños, todos nuestros anhelos. Ya no éramos una pareja y nada era como antes. y sin lograr saberlo como paso se volvió costumbre.Abrí las alas y sin mirar atrás emprendí un vuelo que aún no finalizo, un viaje hasta lo más profundo de mi ser, una nueva conexión con la persona que soy hoy en día. Ese día deje ir al amor de mi vida, porque la amaba demasiado como para seguir haciéndole daño. La dejé ir porque me amaba a mí mismo demasiado como para seguir privándome de esa soledad que me era tan necesaria. No fue sencillo, pero hoy sé que era necesario y no importa donde esté, porque sé que ella también lo sabe.
Comentarios